No té cap sentit que Barcelona no permeti l'exhibició d'animals als circs que passen per la ciutat però segueixi permetent l'exhibició del patiment animal a les rambles i al zoo, aquest últim amb diner públic.
No solamente que el zoo no es necesario para la ciudad, sino que además es contraproducente: hace daño en la educación de los niños, contraviene las recomendaciones de las organizaciones que trabajan por la conservación de especies en extinción in situ, es una fuente inagotable de falta de respeto hacia los seres vivos, y brinda una imagen de la ciudad absolutamente tercermundista. AG
No té cap sentit que Barcelona no permeti l'exhibició d'animals als circs que passen per la ciutat però segueixi permetent l'exhibició del patiment animal a les rambles i al zoo, aquest últim amb diner públic.
ResponEliminaNo solamente que el zoo no es necesario para la ciudad, sino que además es contraproducente: hace daño en la educación de los niños, contraviene las recomendaciones de las organizaciones que trabajan por la conservación de especies en extinción in situ, es una fuente inagotable de falta de respeto hacia los seres vivos, y brinda una imagen de la ciudad absolutamente tercermundista.
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